CMallorca 2023 – Anada

8 maig 2023 – Viatge d’anada

A Las 18:00 horas, todos los participantes del Cycling Mallorca 2023, fuimos convocados en la entrada del parking del Pavelló Olímpic de Badalona, cargamos todas las bicicletas en la furgoneta grande, protegiéndolas con mantas y placas de porexpan, para que no se rayaran y pusimos todo el equipaje en la furgoneta pequeña, en el momento de la cita vinieron a despedirse de nosotros algunos compañer@s del club: Núria Lligonya, Ovidio y Adolfo, así como las esposas de Pedro Muñoz y de Miguel Cerezo, nos hicimos la foto de rigor en las escaleras del pabellón, poco después nos despedimos de los compañeros, nos distribuimos 9 ocupantes en cada furgoneta, la grande conducida por Ángel y la pequeña conducida por Moisés y partimos dirección Barcelona.

Como íbamos con tiempo suficiente, pues nos habían atrasado el horario de embarque y la puntualidad de todos fue ejemplar, además el trabajo de carga fue rápido y preciso, en poco tiempo estuvimos preparados para partir, pero al faltar mucho tiempo para poder embarcar decidimos ir a hacer tiempo a Montjuic, nos despedimos de los compañer@s y en Miramar estuvimos un rato paseando, viendo Barcelona desde el mirador y reflexionando, como si fuera el día anterior a unas elecciones.

Sobre las 8 de la tarde, cuando calculamos que ya podíamos acercarnos al puerto, nos montamos en las dos furgonetas y fuimos al embarcadero, allí nos encontramos el primer problema, sin saber el motivo la compañía naviera había dado de baja nuestras tarjetas de embarque, los empleados de Balearia indicaron a Ángel que fuera al edificio de oficinas a solucionar el problema, Moisés puso la otra furgoneta en la cola de vehículos de entrada al barco, el problema fue resuelto, embarcamos y al cabo de un rato nos encontramos con el resto de compañeros en la sala de recepción del ferry. Una vez en el barco ocupamos nuestros camarotes y salimos a cubierta a ver la partida del ferry, cuando ya navegaba dejando atrás Barcelona fuimos al restaurante a tomar algo para cenar y después a descansar.

El viaje fue muy placido, el mar estaba tranquilo y desde el camarote sólo se escuchaba un suave «run-run» de algunas máquinas cercanas, a las 5 de la mañana los empleados de Balearia llamaron a la puerta para avisar que teníamos que prepararnos para desembarcar, algunos ya nos pusimos el uniforme ciclista debajo de la ropa de vestir, salimos a cubierta para ver la llegada a Palma desde el mar y poco después todos nos fuimos a las furgonetas para salir del barco montados en ellas.

Joan Ruiz
S.C. Bétulo