«El hogar está… en otro lugar»
Es alemán, de la ciudad de Hövelhof, nacido en 1940. A los 22 años abandonó la fábrica de herramientas donde trabajaba, cogió la bicicleta y les dijo a sus padres que se iba a Tokyo para ver las Olimpiadas de 1964. Llegó a Japón en ¡1971! Y durante 52 años no regresó a Alemania (salvo por 3 horas para una entrevista en una televisión alemana).
Durante 52 años ha pedaleado por más de medio millón de kilómetros (unos 650.000 kilómetros, para ser exactos) financiándose de las fotografías que realizaba y luego vendía a una agencia de Londres, de donativos que recibe de clubes de ciclistas, de un folleto que edita relatando sus últimas aventuras y que ofrece por 5 dólares a las personas que conoce durante sus recorridos, y últimamente de promocionar una marca de bicicleta plegable, su inseparable Brompton.
Viajando por Etiopía hizo amistad con el último emperador Haile Selassie, quien le regaló 500 dólares.
En 1995 recibió el récord Guinness a “The most traveled person in bicycle”, pero en 1999 se le retiró y en la actualidad pretende recuperarlo visitando todos los 265 territorios que contempla esta organización. Ya conoce los 193 países de las Naciones Unidas, pero aún le faltan unos 20 destinos remotos de la rocambolesca lista del Guinness.
En un breve documental sobre la aventura de Stücke, dice: “Tenía una idea aproximada de los lugares que más quería ver, pero felizmente seguí posponiendo el regreso una y otra vez. Al final, el viaje se volvió interminable porque encontré la forma de vida que disfruto y no hay nada mejor que seguir en la vida que la realización, y el viaje es mi realización”.
“Es la bicicleta lo que lo hace posible. La bicicleta es mi pasaporte”.
Él dice: “O tienes una meta en la vida, o simplemente estás loco. Tener algo de lo que estar orgulloso, algo por lo que valga la pena vivir. Dejar huella con mis escritos, mis fotos, mis cosas”.
Heinz “quería verlo todo”. El escritor de viajes holandés Eric van den Berg, que buscó en su vasta colección de diarios, fotos, postales y notas, visitó al ciclista de 75 años para obtener una respuesta a la pregunta más apremiante: ¿por qué?
Su filosofía de “el hogar está en otro lugar” se manifiesta en las rutinas diarias, los encuentros inesperados y los percances inevitables de un aventurero de toda una vida en solitario.
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