A Las 7:15h José Luis recogió en su coche a Ángel y a Moisés para llevarlos a Terrassa para recoger las dos furgonetas alquiladas, una vez allí y solventada toda la burocracia volvieron para Badalona en los tres vehículos, el de José Luis, la furgoneta Mercedes conducida por Ángel y la Fiat conducida por Moisés.
Todos los participantes del Cycling Castelló 2024, que hacíamos el desplazamiento hasta Peñíscola en las furgonetas, fuimos convocados de 9:30 a 10:00h, en la entrada del parking del Pavelló Olímpic de Badalona, sobre esa hora llegaron los dos vehículos, después de los saludos, cargamos todas las bicicletas en la furgoneta grande, protegiéndolas con mantas, para que no se rayaran y pusimos todo el equipaje en la furgoneta pequeña, en el momento de la partida vino a despedirse de nosotros la esposa de Pedro Muñoz, los 10 componentes del “Cycling Castelló 2024” que viajábamos en las furgonetas nos distribuimos entre los dos vehículos, Ángel se puso al volante de la furgoneta Mercedes y Moisés al de la Fiat y sobre las 10:15h partimos dirección Peñíscola.
Al salir de Badalona, nos encontramos una importante retención en las autopistas C-58 y AP-7 que nos duró hasta pasar el hotel Porta de Barcelona, a partir de este punto el tráfico se aligeró y sin problemas fuimos consumiendo kilómetros, hicimos una parada fisiológica/técnica pasado Tarragona y una vez normalizados los cuerpos emprendimos la segunda parte del viaje.
Algún pequeño despiste en la parte final del trayecto, desde la autopista hasta la entrada del hotel no impidió que llegáramos sobre las 13:00h al bonito “Hotel & Spa Peñíscola Plaza Suites” situado en el término municipal de Peñíscola, muy cerca de Benicarló, aparcamos las furgonetas provisionalmente en la entrada del hotel y entramos en él.
Una vez en el hotel nos encontramos con Pablo & Tere, Agustín & Ildiko y Santi & Teresa, que habían viajado hasta allí con sus respectivos coches, después de saludarnos fuimos a recepción para hacer el check-in.
La impresión al entrar en el hotel fue impactante, un gran vestíbulo, con unas balconadas de plantas y un ascensor panorámico, fuimos a recepción, recogimos las llaves de las habitaciones, cada uno se fue a su habitación y quedamos en reunirnos todos a las 14:45h en la entrada del comedor.
Si la entrada al vestíbulo de hotel fue impactante, la entrada en la habitación no fue menor, una amplia habitación, con un baño completo, balcón, etc.
Una vez instalados hicimos tiempo visitando y conociendo las magníficas instalaciones del hotel y a la 14:45h nos vimos todos en la entrada del comedor y pasamos al interior, nos ubicaron a todos juntos en dos mesas de grupo, fuimos a comprobar que nos ofrecía el variado bufet libre que teníamos ante nosotros, en mi parecer magnífico, variado y abundante, cada uno fue eligiendo la comida según sus gustos y empezamos la grata tarea de comer, dentro del bufet estaba incluido el consumo de vino blanco, tinto y agua, el resto de bebidas se pagaban aparte.
Después de comer, algunos pasamos por la cafetería, otros fueron a descansar y nos emplazamos para reunirnos en el vestíbulo del hotel a las 17:30h todos los que les apeteciera ir paseando tranquilamente hasta Peñíscola por el Paseo Marítimo, para ver el castillo y saludar al Papa Luna, según los guías un paseo “corto” y agradable.
La mayoría del grupo nos encontramos a las 17:30h y partimos hacia Peñíscola, después de unos pocos cientos de metros noté que la lesión que arrastraba desde un par de semanas antes en la rodilla, me empezaba a molestar y viendo la distancia que quedaba hasta el pueblo decidí quedarme esperando por el paseo y poco a poco volver al hotel, se lo dije a Amparo primero y al resto del grupo después, Pedro “El Águila” quiso quedarse conmigo y los demás siguieron el plan establecido.
Pedro y yo fuimos volviendo hacia el hotel, sin prisa, descansando en los bancos del paseo de vez en cuando.
El tiempo empezó a cambiar y las nubes de vez en cuando dejaban caer alguna gota que no llegaba ni a mojar el suelo, pero justo al entrar al hotel empezó a llover de forma intensa y nos dimos las gracias por haber regresado al hotel en el momento oportuno, ambos estuvimos pasando el rato, en la cafetería y después viendo las instalaciones del hotel, mientras esperábamos la llegada del resto del grupo, pasado un buen rato empezaron a llegar los que caminaban más rápido, todos bien empapados, otros fueron más “listos” y ante el cambio de tiempo decidieron volver al hotel en el bus y acertaron de pleno. Poco más tarde apareció por allí Carlos Gudiña, que había llegado al hotel después de acabar su jornada laboral, desplazándose hasta el hotel en su propio vehículo. Después de comentar la jugada con los compañeros y reírnos un poco, nos fuimos a nuestras habitaciones a secarnos y prepararnos para bajar a cenar a las 21:45h.
A esa hora nos encontramos todos de nuevo en la puerta del comedor y pasamos al interior para saciar el apetito, el bufet de la cena muy correcto, en la misma línea que la comida, después de cenar nos reunimos en la cafetería, hicimos un poco de tertulia, comentamos la salida en bici del día siguiente, las mujeres hablaron entre ellas para decidir qué hacían esa mañana y nos emplazamos para encontrarnos al día siguiente martes a las 7:30h en la puerta del comedor, vestidos ya de corto, para iniciar la salida justo después de almorzar, perdiendo el menor tiempo posible.
Joan Ruiz
S.C. Bétulo
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