- Salida “PRI”: Amposta – La Ràpita – Alcanar – Capelleta del Remei – Ulldecona – La Galera – Santa Bàrbara – Vinallop
76,66 kilómetros de recorrido y 427 metros de desnivel positivo acumulado. - Salida “PRO” (PROGRAMADA): Amposta – Freginals – Ulldecona – La Galera – Santa Bàrbara – Tortosa – Mont Caro
110,71 kilómetros de recorrido y 2.014 metros de desnivel positivo acumulado. - Salida “PRO” (REALIZADA): Amposta – Tortosa – Mont Caro – Tortosa – Amposta
76,2 kilómetros de recorrido y 1.554 metros de desnivel positivo acumulado
El día de San Anastasio, patrón de Badalona, a las 7 de la mañana ya estábamos en la puerta del hotel preparados para cargar las bicicletas en la furgoneta, con la puntualidad y colaboración de todos acabamos la tarea rápidamente, dejamos los cascos y las zapatillas preparadas en los vehículos y a las 7:30h ya estábamos en la puerta del comedor, como cada día hicimos un esfuerzo para almorzar un poco más de lo normal y así almacenar la energía necesaria para soportar la dura jornada ciclista que nos esperaba, sobre todo al Grupo “PRO”.
Después de almorzar todos los ciclistas, nos fuimos a los vehículos y sin perder tiempo partimos hacia Amposta, allí nos teníamos que reunir con algunos compañeros que venían desde Badalona para subir al Mont Caro.
Quienes eran los compañeros que venían de Badalona, para mí era una sorpresa, que estaba a punto de desvelarse.
Los grupos estuvieron formados por:
Grupo “PRO”: Moisés García, José Luis García, Miguel Arroyo, Pedro Vicente García, Ángel Hernández y Agustín Cano. Director Técnico: “ni está ni se le espera”.
Grupo “PRI”: El Águila, Pablo López, José María Velázquez y Juan Ruiz.
Como podemos ver en la formación de los dos grupos, Agustín quiso hacer sus pinitos con los “PRO” y finalmente Ángel, que tenía problemas de espalda a ultimísima hora decidió también ir con ellos.
Al llegar a Amposta se desveló la sorpresa de quienes habían venido desde Badalona a subir el Mont Caro, fueron tres: una gran campeona del ciclismo Badalonés: Núria Lligonya y dos chavales que no lo hacen mal: Manuel Rueda y Andrés Santos.
Al llegar al punto de inicio de la excursión encontramos a los tres recién llegados, después de los saludos pertinentes, descargamos las bicicletas, nos equipamos e iniciamos la salida en la gasolinera situada en una de las entradas de Amposta, en un extremo de la calle del Grau, durante 1 kilómetro fuimos juntos los dos grupos, en el cruce con la AP-7 los “PRO” más Núria, Manuel y Andrés continuaron dirección Tortosa, en este mismo punto Ángel decidió ir con ellos.
Los “PRI” fuimos rodeando Amposta, pronto superamos dos cortos repechones y a continuación disfrutamos de unos 25 kilómetros llanos. Al dejar Amposta fuimos hasta el puerto de La Ràpita por la carretera paralela al Canal Marítim, al llegar a La Ràpita, seguimos paralelos al mar hasta tomar la N-340 y después tomamos la carretera que va a Alcanar.
En Alcanar encontramos la primera subida de la jornada, desde el pueblo hasta la Capelleta del Remei, un “falso llano” de unos tres kilómetros, que ya conocíamos, pues habíamos pasado por allí el pasado miércoles, en este tramo fue inevitable escuchar el canto de la “Gallina“.
Una vez superado este collet continuamos hasta Ulldecona por una carretera prácticamente llana, cruzamos el pueblo y llegamos al segundo obstáculo de la jornada, una carretera muy bonita con un “falso llano” de unos tres kilómetros y medio, en el que la “Gallina” tuvo que cantar más de una vez, esta vez acompañada por el canto del “Gato”, del “Palomo” y del “Pato”, este magnífico coro hizo la subida más llevadera, esta carretera nos llevó a la cota más alta del día, 256 metros.
Una vez arriba tenemos un agradable descenso de unos 23 kilómetros, pasamos por La Galera y Santa Bàrbara.
Unos kilómetros más adelante vemos que en dirección contraria se acerca un grupo de ciclistas y algunos de ellos llevaban la equipación del Sport Ciclista Bétulo, al principio fue una gran sorpresa, rápidamente nos dimos cuenta que era los “PRO” que volvían a Amposta por Santa Bàrbara, al cruzarnos nos paramos, comentamos la jugada y decidieron dar la vuelta y volver por la misma ruta que seguíamos nosotros.
Continuamos todos juntos, pasado Vinallop nos desviamos a la derecha, dirección Amposta y nos situamos paralelos al Río Ebro, en ese momento y hasta el final de la ruta, unos 8 kilómetros, pasamos el peor rato de la jornada, encontramos un fuerte viento de cara que nos frenó en seco, los “PRO” se distanciaron un poco y ya fue imposible seguirles, poco más tarde nos encontramos todos en el punto final de la excursión.
El hecho de habernos retrasado estuvo recompensado con creces, al llegar fuimos recibidos con una cervecita fresca, que nos sentó de maravilla.
Al comentar como había ido la subida al Mont Caro, nos explicaron, en general fue bien, aunque Agustín no pudo completar la subida por problemas físicos y Ángel llegó hasta arriba, pero con mucho sufrimiento por dos motivos; la falta de entreno durante el tiempo que estuvo inactivo por la operación que sufrió hace unos meses y por una fuerte contractura que tenía en la espalda y hombro.
Después de refrescarnos, cargamos todas las bicis en la furgoneta, Núria, Manuel y Andrés se quedaban a comer por Amposta, como teníamos las dos furgonetas, Moisés, José Luis, Pedro Vicente y Miguel, decidieron quedarse a comer con ellos y volverían al hotel en la furgoneta pequeña, por nuestra parte no hubo problema les dijimos que les guardaríamos las bicicletas, una vez todo claro nos despedimos agradeciendo a los tres compañeros su grata compañía.
Llegamos al hotel, descargamos las bicicletas, Ángel fue a aparcar el furgón, los demás subimos las bicicletas a las habitaciones y fuimos a asearnos y cambiarnos de ropa, antes de las tres ya estábamos todos en el comedor para reponer la energía consumida durante la mañana, después de comer fuimos a la cafetería, estuvimos comentando la jornada matinal y decidimos que esa tarde cada uno hiciera lo que más le apeteciera, descansar, pasear, preparar la maleta, etc. ya que al día siguiente volvíamos para Badalona.
Tere, Ildiko y Amparo, esa mañana la pasaron disfrutando de la piscina y las instalaciones del hotel y caminando un poquito por el paseo marítimo.
A las diez menos cuarto nos vimos de nuevo en el comedor, cumplimos con la rutina diaria después de cenar: un rato de tertulia, tomar algo “sin” en la cafetería y quedar para el día siguiente, que teníamos que salir para casa, como no teníamos mucha prisa quedamos en vernos a las nueve de la mañana en el comedor para desayunar, cargaríamos los vehículos y saldríamos para Badalona.
Joan Ruiz
S.C. Bétulo
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