10 maig 2023 – 2a Sortida
A las 7:00 nos encontramos todos en el vestíbulo del hotel, ya equipados con nuestro maillot del Bétulo, en primer lugar cargamos las bicicletas en la furgoneta y a las 7:30 fuimos al restaurante a desayunar, después de desayunar nos montamos en las dos furgonetas y nos fuimos en ellas hasta Santa Maria del Camí, localidad en la que estaba previsto el punto de partida de las dos excursiones simultáneas, una vez allí nos hicimos unas fotos todos juntos, Nacho tomo el volante de la furgoneta pequeña para cumplir con sus funciones de vehículo de asistencia y de “Director Técnico” y sin más demora partimos, hacía Port de Sóller unos y hacia Sa Calobra otros.
Ruta 2ª DURA:
Santa Maria del Camí – Cautet – Bunyola – Coll de Sóller – Pantà del Gorg Blau – Sa Calobra – Escorça – Caimari – Binissalem – Santa Maria del Camí
114 km y 2.557 m de desnivel positivo acumulado.
Ruta 2ª SUAVE:
Santa Maria del Camí – Cautet – Bunyola – Coll de Sóller – Port de Soller – Deià – Coll de Can Costa – Valldemosa – Almanyola – Santa Maria del Camí
72 km y 1.115 m de desnivel positivo acumulado.
Iniciamos las dos rutas conjuntamente, pero pronto los compañeros de la grupeta “Pro” que iban a Sa Calobra: Moisés, Miguel Arroyo, Manuel, José Luis y Carlos, aumentaron el ritmo y fueron alejándose de las “Futuras Promesas” que éramos el resto y con destino a Port de Sóller, pronto los perdimos de vista.
Al pasar por la localidad de Cautet los del grupo trasero vimos a un ciclista que “curiosamente” iba vestido con el maillot del S. C. Bétulo y quedamos sorprendidos por esta milagrosa aparición, cuando llegamos a su altura resulta que era un “demacrado” Carlos, jejeje… quien nos dijo que había pasado una mala noche, porque le había sentado mal un “Gin-Tonic-Sin” que se había tomado y no se veía lo suficientemente fuerte para ir a Sa Calobra y prefirió decirles a los cuatro “fenómenos” que le acompañaban que se quedaba allí para esperar a que llegaran las “Futuras Promesas” y hacer la excursión a Port de Sóller.
A los “Pro” ya no les vimos el pelo, hasta el final de salida en Santa Maria del Camí, las “Futuras Promesas” continuamos ruta, con un miembro más y después de unos kilómetros iniciamos la subida al Coll de Sóller, de 497 m de altitud, un puerto muy bonito de subir, por el entorno que lo rodea, con bastantes curvas en herradura con pendientes perfectamente asumibles por nosotros.
Una vez coronado el puerto, las fotos de rigor y un largo y bonito descenso dirección Sóller, pasamos por la rotonda que indicaba a Sa Calobra, donde unos minutos antes de pasar las “Futuras Promesas”, se habían desviado los cuatro “Pro”, nosotros seguimos las indicaciones a Port de Sóller, una vez allí de nuevo foto junto al mar y emprendimos el regreso hacia la rotonda anterior de Sóller para incorporarnos a la carretera de Deià. Al cabo de un rato recibimos la foto de confirmación de que nuestros compañeros habían llegado sin problemas a Sa Calobra.
Al tomar la carretera a Deià, perdimos el rastro de Nacho, una llamada telefónica solucionó el problema, pues en la rotonda se había equivocado de salida, rectificó y pronto nos alcanzó. Esta carretera, la MA-10, lo tenía todo, para bien y para mal, unas vistas preciosas con el mar a nuestra derecha, un rompepiernas total, subías algún tramo de pendiente, te venía un suave descenso y te encontrabas otra pendiente mayor a la anterior y así sucesivamente, además conforme nos acercábamos al precioso pueblo de Deià, turístico cien por cien, el tráfico iba aumentando y esto sumado a la poca anchura de la carretera y a la cantidad de curvas existentes hacía difícil circular en bicicleta, al final pasamos Deià y con la misma tónica anterior llegamos a la parte más alta de la carretera: el Coll de Can Costa de 424 m de altitud, cuando ya veíamos el letrero del coll, nuestro compañero Marce pinchó una rueda, caminó un poco para salir de la zona de peligro y en el mismo collado donde había espacio suficiente y ningún peligro, la reparó.
El descenso hacía Valldemosa fue impresionante una bajada cómoda y rápida, en Valldemosa nos encontramos con el resto de compañeros que no habían parado en el Coll de Can Costa, allí un poco de sermón “sin acritud” para recordar a todos que hay que parar a esperar hasta que llegue el último en todos los puertos de montaña y todos juntos reiniciamos la marcha dirección Santa Maria del Camí, punto y final de la excursión.
Entre la dureza e incomodidad de la carretera de Deià, el pinchazo y las paradas con o sin fotos, llegamos a Santa Maria pasadas las dos, por lo que ya no teníamos tiempo de ir a comer al hotel y decidimos quedarnos a comer en el pueblo, nos pusimos en contacto con nuestros familiares que estaban en El Arenal para decirles que comieran, que nosotros llegaríamos tarde y también nos pusimos en contacto con los cuatro “fenómenos” para saber por dónde estaban y avisarles que íbamos a comer en Santa Maria, en principio nos dijeron que nosotros comiéramos que a ellos todavía les faltaba un rato para llegar, pero cuando estábamos a media comida nos llamaron para decirnos que les prepararan una mesa que en media hora ya estarían con nosotros y así fue.
De la salida a Sa Calobra, no puedo decir mucha cosa más, según me contaron; una salida espectacular, pero muy dura, una salida apta únicamente para ciclistas “Consagrados”.
Nos encontramos todos en el restaurante Fellini de Santa Maria del Camí, esperamos a que acabaran de comer los recién llegados y nos fuimos a buscar las furgonetas, cargamos las bicis que faltaban y regresamos al hotel, recogimos todo, guardamos las bicis en el taller, los conductores aparcaron las furgonetas, fuimos a la entrada del hotel a hacernos unas fotos y después todos a la ducha, bueno! cada uno a la de su habitación, a descansar y esperar la hora de cenar.
Esa mañana, la actividad de las cuatro guapas esposas, consistió en una caminada por el camino de ronda que recorre la costa, para ver unas bonitas calas y piscinas naturales en el mar cerca de la Platja Caló de Ses Lleonardes.
A las 20:30 nos encontramos de nuevo en el comedor y después de cenar a la cafetería a comentar la jugada y a acabar de organizar las salidas del día siguiente.
Como las dos salidas del día habían sido más duras de lo previsto y algunas “Futuras Promesas” necesitábamos un poco de recuperación, la “Dirección Técnica” formada por Ángel y Moisés hizo una propuesta muy razonable, intercambiar el día de salida al Cabo de Formentor por la del Santuari de Betlem, o sea, que al día siguiente los compañeros que se encontraban en buena forma fueran a Betlem, una salida también bastante exigente y los compañeros que necesitaban un poco de recuperación hicieran una salida light por los alrededores del Arenal, así nadie se perdería la salida al Faro de Formentor el día 12, para la “Dirección Técnica” y para muchos más compañeros, la salida estelar de la semana.
La propuesta fue bien vista y aceptada por todos y se llevó adelante, al día siguiente los compañeros “Pro” irían al Santuari de Betlem y las “Futuras Promesas” haríamos una salida de recuperación activa por los alrededores de S’Arenal, del estilo a la que hicimos el primer día de llegada a la isla. También acordamos que por la tarde iríamos todos a visitar Palma en las dos furgonetas.
A continuación tomamos algún “Gin-Tonic-Sin” como hacen los buenos deportistas y algún café, estuvimos pensando en la “Cremada del Dimoni” que se estaba celebrando esa noche, nos emplazamos para vernos al día siguiente a las 7:30 en el comedor del hotel y nos fuimos a dormir.
Joan Ruiz
S.C. Bétulo
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