“Salida borrascosa”
Nadie a las 7:00 pensaba poder salir en bici esta mañana; entre las predicciones y el aspecto matinal del cielo. A las 7:15 metí la bici en mi coche para ir a la BP con el pensamiento de saludar a algún que otro despistado y volver a subirme a casa a dormir un poco más. Allí me encontré con Facundo y su furgo y con Leo el “director técnico” de la jornada.
Mi pensamiento fue cambiando cuando al mirar al cielo el aspecto no era tan siniestro como un poco antes y empezaron a aparecer ciclistas, llegó Fernando: el “Tigre de Montgat”, José: el “Barbero de La Pau”, Josep: el “Web”, Carlos: creo el “Croquetas”, Blas: “el Dandi de Sant Adrià”, Manolillo: “el Tanque de Montigalà”, Toni: El “Patorras de la Morera”, Anna: “La Lideresa” y luego un poco más tarde la sección anfibia del club, Marta, Oliva, Germán y Albert.
Nos saludamos educadamente, parlamentamos y decidimos salir; partimos dirección Mataró, salida tranquila, aunque con viento de cara, por Premià, me sentía cansado y provoqué un autopinchazo, me subí a la furgo y fui reparando «in situ», al llegar a Mataró control, parlamento, inflado de rueda y vuelta a la carretera.
Durante el breve parlamento decidimos ir a Sant Cebrià porque era muy tarde para ir a Malgrat, el tiempo por aquella zona pintaba mal y el viento continuaba fuerte. El grupo anfibio decidió ir a Calella y subir Hortsavinyà, por lo que ellos aceleraron el ritmo y marcharon por delante. En Arenys cayeron cuatro gotas, parada para llamar al restaurante Punta del Riu Tordera para decirles que anularan la reserva que habíamos hecho el viernes para almorzar el pelotón Betuliano, nos agradecieron la llamada de aviso y partí a unirme al grupo, La Vinya y Pim-Pam-Pum cerrados y a almorzar al Martri.
Buen almuerzo, cuando estábamos acabando llegaron los anfibios, los “lentos” pagamos y decidimos salir con antelación para que los “rápidos” nos pillaran más adelante.
Partimos y aquello era otra cosa, viento de espalda, solecito, poco frío y buen ritmo, pitada de saludo de nuestro compañero José María Velázquez y cuando nos dimos cuenta estábamos en Badalona con el grupo bastante compacto.
Esperé un poco en el club, pero como la “Elite”no venía me marché para casa ya que tenía un poco de prisa. A partir de aquí desconozco cómo acabo la historia, si hay algo que resaltar que lo comente algún compañero.
Sólo me queda destacar el buen trabajo realizado por Leo al mando del volante y lo único que le faltó a la mañana para ser completa fue la presencia de los compañeros que se quedaron en casa, ya que los echamos en falta.
La visión desde la furgo, es tremenda, en todo momento vas viendo, cómo el equipo está curtido, la palabra es “reloj suizo” cada engranaje en su punto, y lo más importante, que aunque hay gente que en momentos lo puede pasar mal, y decide que la manada lo deje a su suerte, el equipo se crece, y todos llegan juntos, y no hay ninguna baja, orgullo de club se llama, y qué decir del «Rayito de Lloreda», alma mater, tanto está delante, que dentro de la furgo, enfín, gran jornada en la que parecía que no se saldría y ha sido todo un éxito.
Crònica: Juan Ruiz
Fotògraf: Leo Juan
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